¿Por qué Europa ve con buenos ojos la dura posición de Grecia en materia migración? 

Pero al tiempo que Grecia celebraba elecciones nacionales el domingo, Bruselas optó por elogiar a Mitsotakis, un conservador proeuropeo, por dar estabilidad a la economía griega, por enviar ayuda militar a Ucrania y por proporcionar estabilidad regional en un momento de zozobra potencial en Turquía. Sobre todo, los líderes de la Unión Europea parecen haber dado a Mitsotakis libertad para hacer la desagradable labor del continente en materia de migrantes, mostrando cuánto ha cambiado Europa, con medidas enérgicas que antes se asociaban con la derecha convirtiéndose en algo convencional.

“Estoy ayudando a Europa en numerosos frentes”, dijo Mitsotakis, de 55 años, el 16 de mayo en la ciudad portuaria de El Pireo, donde hizo un mitin con electores. “Nos ha comprado una razonable buena voluntad”.

Mitsotakis argumentó que después de que la llegada de más de un millón de migrantes y solicitantes de asilo desestabilizó las políticas del continente al ingresar vía Grecia durante la crisis de refugiados del 2015 y 2016, Europa había aceptado el enfoque más férreo de Grecia. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha llamado a la vigilancia fronteriza de Grecia el “escudo” de Europa.

“Creo que hemos podido cambiar el enfoque europeo respecto a la migración”, dijo Mitsotakis, un autodescrito progresista que lidera el partido Nueva Democracia, nominalmente de centro-derecha. “No sé qué es, si una política de derecha o central, pero tengo que proteger mis fronteras”.

A su vez, Europa parece haber protegido a Mitsotakis.

Alberto Alemanno, profesor de Derecho de la UE en la escuela de negocios HEC de París, dijo que el trato especial a Mitsotakis se deriva de su cercanía con Von der Leyen y su voluntad de construir —con financiamiento del bloque— una vasta red de centros migrantes que han demostrado ser políticamente populares en Grecia.

Mitsotakis y su partido ganaron la elección del domingo de manera decisiva, pero no alcanzaron la mayoría requerida para liderar un Gobierno unipartidista, preparando el escenario para otra votación dentro de unas semanas, ya que él pareció descartar formar un Gobierno de coalición.

Antes de las elecciones, los griegos hablaron sobre cómo Mitsotakis había hecho que las islas otrora invadidas por inmigrantes fueran habitables nuevamente, cómo había sido el primer Primer Ministro griego invitado a hablar en una sesión conjunta del Congreso en Washington y cómo se había mantenido firme contra el Presidente Recep Tayyip Erdogan de Turquía. Apreciaron cómo había recortado los impuestos y la deuda y aumentado la digitalización, los salarios mínimos y las pensiones.

La crisis de la deuda de Grecia en el 2010 casi hundió a la UE. Siguieron rescates humillantes y una década de estrictas políticas de austeridad —dirigidas por Alemania— redujeron las pensiones y los servicios públicos, contrajeron la producción económica, elevaron el desempleo y provocaron la huida de miles de griegos.

En el 2015, bajo el liderazgo de Alexis Tsipras del partido de izquierda Syriza, los griegos votaron por rechazar el paquete de ayuda de Europa con sus muchas condiciones, y el país casi fue expulsado de la eurozona. Tsipras finalmente llevó a cabo las revisiones requeridas y moderó en los años siguientes, argumentando que Grecia había emprendido el camino a la recuperación.

Pero en el 2019 perdió ante Mitsotakis —hijo de un ex Primer Ministro, formado en las universidades estadounidenses de élite Harvard y Stanford— que parecía la personificación del establishment. Prometió enderezar el barco griego.

“Esta siempre fue mi apuesta”, dijo Mitsotakis. “Y creo que cumplimos”.

Niki Kitsantonis y Matina Stevis-Gridneff contribuyeron con reportes a este artículo.

Fuente: eltiempo.