- Quiere evitar el uso de los refugiados como presión, como pasó en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.
- Finlandia cierra su frontera a los turistas rusos.

Finlandia hace frontera con Rusia a lo largo de 1.340 kilómetros. Desde que Helsinki ratificara su ingreso en la OTAN, esa es también la frontera de la Alianza Atlántica. Y eso ha ocurrido porque el país de los mil lagos ha sido un objetivo habitual de las amenazas rusas desde que las tropas de Putin invadieran Ucrania.
El Kremlin no ha dejado de sugerir al gobierno finés que su territorio podía correr la misma suerte que el país de Zelenski. La consecuencia de esas amenazas ha sido la histórica renuncia de Finlandia a su neutralidad. Hoy, junto a Suecia, es miembro de la OTAN.
Por eso, la ley -aprobada por vía rápida- pretende evitar el uso de los refugiados como elemento de presión sobre la frontera finlandesa, como ya ocurrió en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. El gobierno bielorruso, aliado de Putin, atrajo a los migrantes de Oriente Medio a las fronteras de la UE en Polonia y Lituania, en aparente represalia contra las sanciones de la UE contra Minsk.
Usar a las personas (a los refugiados) como herramienta no tendrá éxito en Finlandia”
“Tratamos de enviar el mensaje de que usar a las personas como una herramienta, como vimos que se intentó en la frontera entre Bielorrusia, Polonia y Lituania, no tendrá éxito en Finlandia“, comentó en julio el diputado Ben Zyskowicz.
Entre 130 a 260 kilómetros de valla
Esta semana, el Gobierno finlandés ha confirmado que los planes para construir esa valla fronteriza siguen adelante. De los más de 1.300 kilómetros de frontera que comparten con Rusia, se ha elegido levantar la verja a lo largo de entre 130 a 260 kilómetros, en las zonas consideradas de mayor riesgo, como los pasos fronterizos y sus alrededores, explica la Guardia de Fronteras de Finlandia (Rajavartiolaitos).
La parte principal de la valla se situará en la zona prioritaria de control fronterizo del sureste de Finlandia. Según ha confirmado a medios locales su Jefe de la Unidad de Asuntos Internacionales, Matti Pitkäniitty, la verja será probablemente metálica y con alambre de espino. También dispondrá de equipos de vigilancia.
Hard 8 days behind. We may still have many hard weeks and months of difficult times ahead of us. We cannot exhaust ourselves now. I will keep couple days off and stay off the grid. Back with renewed energy.@rajavartijat will provide current border situation.
— Matti Pitkäniitty (@MPitkaniitty) September 29, 2022
“Sin embargo, la valla no es una solución en sí misma, sino que formaría parte de un enfoque global que tendría en cuenta los recursos humanos, la táctica y la tecnología. La barrera en sí sería una combinación de valla, vigilancia técnica y carretera”, dice un comunicado de la Guardia de Fronteras finlandesa.
Este cuerpo asegura que están preparados para empezar las obras este mismo año. Calculan que se tardará entre 3 y 4 años en completar el vallado previsto, “dependiendo de la disponibilidad de fondos y de la fluidez del proceso de contratación”. El proyecto, reconocen, “es bastante grande y caro, con costes estimados en cientos de millones de euros”.
Defiende Pitkäniitty la impermeabilización de la frontera ante la que llama creciente “instrumentalización de la migración”. Según el responsable de Interior finlandés, “el hecho de no tener ninguna valla en la frontera puede convertirse en un factor de atracción”.
Cierre de fronteras a los turistas rusos
Como parte del mismo plan, Helsinki ha aprobado el “cierre completo” de sus fronteras a los turistas rusos, aunque tengan visado expedido en un país del espacio Schengen, alegando que su llegada puede causar “un grave perjuicio para la posición internacional de Finlandia”.
Hasta el jueves, 55.362 rusos habían entrado en Finlandia después de que Putin anunciara la movilización de 300.000 reservistas para luchar en Ucrania
La medida, que ya ha entrado en vigor, persigue restringir significativamente el flujo de ciudadanos rusos que entran en el país nórdico, muchos de los cuales continúan viaje hacia otros destinos de la UE.

Así, Finlandia se convierte en el último país comunitario limítrofe que opta por vetar la entrada a los turistas rusos, después de que hicieran lo mismo las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) y Polonia hace dos semanas.
Según datos de la Guardia de Fronteras finlandesa, hasta el jueves pasado 55.362 rusos habían entrado en el país después de que Putin anunciara la movilización de 300.000 reservistas para luchar en Ucrania. Esta cifra supone un aumento del 86% en relación con los 29.703 ciudadanos rusos que llegaron a Finlandia los ocho días anteriores al anuncio del presidente ruso.