Los negociadores de la presidencia del Consejo de la UE (que ostenta España), el Parlamento Europeo y la Comisión Europea inician a primera hora de este jueves una intensa jornada de reuniones para tratar de avanzar al máximo en la negociación del pacto europeo de migración y asilo.
Después de haber debatido cada uno de los reglamentos en los que hay flecos por cerrar, está previsto que, alrededor de las 22.00 hora local (21.00 GMT) se reúnan de nuevo los negociadores para examinar los expedientes de manera “horizontal”, explicaron fuentes europeas.
España se ha planteado el objetivo de tratar de cerrar el pacto europeo de migración y asilo antes de final de año.
El ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, confió el pasado martes en un Consejo de ministros europeos en que se pueda lograr el acuerdo sobre el pacto muy pronto y subrayó que solo quedan por resolver “pequeñas diferencias”.
El pacto europeo de migración y asilo es un complejo paquete legislativo que Bruselas presentó en septiembre de 2020 y lleva negociándose desde entonces.
Tras el acuerdo entre instituciones sobre los distintos expedientes legislativos, quedará por completar después el trabajo jurídico y de traducción de esos textos.
El objetivo de la UE es adoptar la reforma migratoria antes de las próximas elecciones europeas, en junio de 2024.
Entre las piezas legislativas que quedan por cerrar figura el Reglamento de control (que regula los controles en las fronteras) y el Reglamento que modifica Eurodac, una base de datos de huellas digitales que tiene por objeto ayudar a los Estados miembros a garantizar un mejor seguimiento de los solicitantes de asilo y las personas en situación irregular.
También hay elementos que afinar aún en relación con el Reglamento sobre procedimientos de Asilo, que simplifica las disposiciones procesales (por ejemplo, la duración del procedimiento) y pretende prevenir los abusos estableciendo obligaciones claras para que los solicitantes cooperen con las autoridades.
La cuarta normativa por acordar es el Reglamento sobre la gestión del Asilo y la Migración, que debe sustituir, una vez acordado, al Reglamento de Dublín vigente, que establece qué Estado miembro es responsable del examen de una solicitud de asilo.
La nueva legislación racionalizará esas normas y reducirá los plazos.
Por último, quedan puntos por acordar en relación con el Reglamento sobre situaciones de Crisis y de fuerza mayor, que prevé normas específicas relativas a los procedimientos de asilo y retorno en esos casos y derogaciones para aliviar el trabajo de las administraciones nacionales sobrecargadas. EFE
Fuente: Infobae