Grupos de derechos humanos denunciaron el viernes la falta de justicia y transparencia sobre la muerte de 37 migrantes el 24 de junio de 2022, durante un intento masivo de cruzar la frontera desde Marruecos hacia el enclave español de Melilla.
Un día antes del aniversario de la tragedia, Amnistía Internacional acusó a las autoridades españolas y marroquíes de estar “impidiendo los intentos de encontrar la verdad” de lo que sucedió entonces, cuando unos 2.000 migrantes africanos intentaron escalar un muro fronterizo. Las fuerzas en el cruce fronterizo “Barrio Chino” fueron acusadas de golpear a decenas de migrantes y negarles atención médica.
El ministro del Interior de España ha rechazado repetidamente que se hayan producido muertes en suelo español.
La organización independiente Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ordenó a las autoridades que aclaren lo que sucedió ese día para garantizar “la justicia, la verdad y la no repetición”, y exigió el inicio de una investigación independiente luego que los fiscales archivaran en diciembre la única pesquisa estatal sobre las muertes.
“El hecho de que no se haya resuelto y que se cierren las investigaciones en falso deja la puerta totalmente abierta a que una tragedia así vuelva a suceder, poniendo en peligro la vida de miles de personas que buscan refugio”, declaró la directora general de CEAR, Estrella Galán.
“Una de las peores tragedias en nuestra frontera sur, junto a la sucedida en Tarajal en 2014, no puede volver a quedar impune”, sentenció.
Amnistía señaló que las familias de 76 personas todavía desaparecidas después de la tragedia siguen esperando respuestas, y que ni España ni Marruecos proporcionaron una lista completa de los nombres de las víctimas ni imágenes de lo sucedido.
“Todavía hay cadáveres en la morgue y en las tumbas, y se han bloqueado los esfuerzos para identificar a los muertos e informar a sus familiares”, expresó la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.
Asimismo, Amnistía alegó que España sigue aplicando expulsiones forzadas ilegales en la frontera con Marruecos desde aquel intento letal de cruzar la frontera, mientras que un acercamiento entre los dos países ha significado que Marruecos está impidiendo por la fuerza que los potenciales solicitantes de asilo lleguen al lado español para pedir protección internacional.
“Lo que sucedió en Melilla es un buen recordatorio de que las políticas migratorias racistas destinadas a fortalecer las fronteras y restringir las rutas seguras y legales para las personas que buscan seguridad en Europa tienen consecuencias reales y mortíferas”, añadió Callamard.
Organizaciones como CEAR han criticado desde hace mucho tiempo al gobierno español por los obstáculos físicos y burocráticos que enfrentan los solicitantes de asilo mientras buscan refugio. La tasa de aceptación de solicitudes de asilo en España está muy por debajo de la media europea.
Fuente: sandiegouniontribune.